domingo, 4 de septiembre de 2011

Reflexionando

Desconcertada... tengo una pena tan grande, mezcla del estado viral que me afecta y de la tragedia acontecida en el archipiélago de Juan Fernandez, pero por sobre todo, por ésta última. Y es aún no logro convencerme de que no exista ningún sobreviviente del trágico accidente acontecido el día viernes y que viene tiñendo de amargura y congoja a varios hogares, entre ellos el mio. No sé si seré muy optimisma o incrédula al creer que aún puede ocurrir un milagro, tal como ha ocurrido en otras ocasiones, como lo fué con la sobreviviencia de los 33 de Atacama, y es que si bien, sé que son escenarios distintos y que las autoridades a cargo del tema han confirmado que no hay sobrevivientes, mi corazón no logra conformarse con dicha información, y por mi creencia en Dios, aún creo que puede haber algun sobreviviente. Y si no fuese ése el caso, y si fuese verdad que todos murieron, no logro dar cabida a lo acontecido, y es ahí donde me pregunto ¿por qué?, ¿por qué tuvo que pasarles justamente a ellos?, que iban a realizar una obra buena, que iban a servir a otros, tal como nuestro padre nos dice que debemos hacerlo. Ante esta interrogante, mi ser interno responde con una frase que creo muchos tenemos internalizada en nuestro ser y que es "sólo Dios sabe por qué hace las cosas", pero es aquí donde tampoco puedo quedarme tranquila, puesto que si Dios es nuestro padre y es tan bueno, ¿por qué ha de querer situaciones trágicas para sus hijos e hijas?, ¿por qué justamente a personas buenas e inocentes le suceden cosas tan fatales?, y es que no sólo mi mente se va la tragedia que nos enluta desde el día viernes, sino también a muchas otras situaciones, como violaciones a menores, femicidios, asesinatos, muertes por tsunamis y cuántas otras cosas, en donde si bien no podemos culpar a Dios por dichos actos (pues detrás ha intervenido la mano del ser humano o de la madre naturaleza) no deja de inquietarme la interrogante ¿y dónde ha estado EL en dicho instante?, ¿por qué gente inocente, que tenía toda una vida por delante, tuvo que morir de dicha forma?, ¿por qué, por qué, por qué?.
Lamentablemente, creo que nadie podrá contestar a mis inquietudes, y tendré que conformarme con la frase que todos conocemos y que se supone debe hacernos conformar y que ya mencioné anteriormente. Lo único que puedo sacar de lo sucedido -pues creo que es lo único que podemos hacer al respecto- es Reflexionar. Reflexionar en que esta vida nada esta escrito, nada es predecible ni adelantable. Todo es incierto, nada es para siempre (por lo menos en esta vida) y por tanto tal como dice otra frase que muchos tenemos también internalizada en nuestro ser debemos "Carpe Diem", es decir, aprovechar el día, y vivirlo como si fuese el último que vivimos concientemente.  No enemistarnos ni alejarnos de nuestros seres queridos por tonteras ni tampoco acomplejarnos por cosas que no podemos tener o porque las cosas no son como las deseamos, ya que lo más importante de todo, es algo de lo cual todos gozamos gratuitamente y que es la vida ¿hasta cuándo?, quién sabe, ahí volvemos al inicio de esta reflexión.
Finalmente, mis condolencias a las familias y cercanos de las personas fallecidas y desaparecidas.  Yo por mi parte aún deseo guardar la esperanza de que hayan sobrevivientes, aunque los expertos en el tema señalen lo contrario.
Hasta pronto.
Gigly